Buenos días, es hora de la Copa de Esperanza.

Soy Stephanie Winslow y estoy muy agradecida de estar contigo para traerte otro mensaje de la palabra de Dios.

 

Unidos cada día para tomar una copa de esperanza en las escrituras, permitiéndole cambiarnos, moldearnos y darnos forma de adentro hacia afuera por el poder del Espíritu Santo, produciendo un encuentro vivo dentro de nosotros. Este encuentro cobra vida cuando nosotros leemos la palabra de Dios y permitimos a la palabra transformarnos a como Dios nos ve.

 

Sé que hay muchas personas que oyen la palabra “cambiar”, y tienen como una especie de escalofrío y que no quieren que realmente, alguna cosa de su vida sea diferente, pero, el cambio es una parte de nuestra humanidad, es parte del crecimiento de la vida.

 

En los últimos años, aunque todavía tengo mucho más por hacer, he experimentado muchos cambios en mi vida, y el cambio se procesa en nosotros mientras buscamos el corazón de Dios, sus planes y propósitos para nuestra vida.

 

No tengas miedo del cambio porque es algo que, Dios pone dentro de nosotros, un deseo de acercarnos a él, que nos renovemos y nos parezcamos más a la persona de Jesús, para dar el ejemplo aquí en esta tierra,  cosa que solo pasa si estamos atravesando por esa transformación de nuestro espíritu, como en el proceso de una crisálida, que rompe el duro entretejido de nuestra pasada realidad, como oruga para dejar salir a la hermosa mariposa.

Nosotros debemos pasar por este tipo de proceso,  para  pasar de tener una fe inmadura a una fe madura,  que nos soporte a lo largo de nuestra vida aquí en esta tierra.

 

Bueno esto fue una introducción, y aunque no fue una introducción intencionada ahí se las dejo de todos modos.

 

Así que levantemos nuestras copas hoy pidámosle al señor que las llene con la esperanza que tiene reservada para nosotros y que reciba la gloria por ello.

 

Hemos estado caminando por diferentes virtudes de la fe cristiana para vivir rendidos a Dios,  la vez pasada estuvimos hablando del “Anhelo por la palabra de Dios”: Pidiendo que el hambre por la palabra de Dios crezca en nosotros, y hoy vamos a hablar sobre hacer Crecer nuestro amor por la justicia de Dios y eso se traduce en abandonar, dejar atrás nuestra tendencia a juzgar.

 

Nuestra tendencia a juzgar, es como una especie de facilidad para mirar la mota de aserrín en el ojo de hermano,  ignorando la tabla que hay en mi ojo.

 

Impartir justicia, juzgando, es una de las cosas más fáciles para nosotros, sentarnos en la comodidad de nuestros asientos, sintiéndonos ahora santos y mirar hacia el mundo por el cristal de nuestra creencia, de cómo debería ser la justicia, para todas las personas, que no viven en la forma en que pensamos, que deberían estar viviendo, incluso según la biblia.

 

Pero cuando pensamos en la palabra “justicia”. Cuando pienso en la palabra justicia, en mi mente tengo un escenario perfecto, donde las personas tienen que pagar el precio por los errores que se han cometido y es una especie de ajuste de cuenta de los males cometidos en el pasado, los cuales deben ser corregidos en el presente. En mi mente así o parecido es como la justicia ha de ser, pero la biblia nos dice algo un poquito diferente.

 

En la traducción “Nueva vida”

Salmo 11:7 Para los justos Dios ama la justicia, el virtuoso verá su rostro.

 

Nuestro Dios ama la justicia, nuestro Dios ama la justicia porque él es justo, él tiene razón, él es la verdad y entonces él es esa representación, de la completa justicia, porque esa es su naturaleza y carácter.

 

Déjenme leerles Miqueas 6:8 también de la traducción “Nueva Vida” este es uno de mis versículos preferidos.

 

Pueblo el Señor les ha dicho lo que es bueno y esto es lo que él requiere de ustedes, hacer lo correcto, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.

 

Mucha gente puede relacionarse con este versículo en su nueva vida cristiana. Algunas versiones dicen: esto es para buscar justicia, amar misericordia, caminar humildemente con tu Dios.

 

Ya teniendo tiempo viviendo este viaje de vida a través de la fe en Dios, lo que me impacta sobre este versículo es que siempre dice que todo comienza en realidad caminando humildemente con nuestro Dios y en este caminar conseguiremos la capacidad de amar, la misericordia y luego también buscar la justicia.

 

Pero de nuevo llegamos a este punto de preguntarnos otra vez ¿Qué es la justicia?, ¿qué significa vivir en justicia? Por eso me gusta la versión de “Nueva Vida” porque te exhorta a que hagas lo correcto una y otra vez.

 

Volviendo al punto, ¿qué es lo que no es correcto para mí?, ¿con qué frecuencia señalo con el dedo a otras personas?,  diciéndoles que deberían vivir de manera diferente o juzgando ¿por qué estás haciendo eso?, o lo necesitas?, o si simplemente quieres cambiar tal cosa para que esa persona esté más cerca de Dios, ¿Sabes?Ese no es tu lugar, ni el mío.

 

A menos que Dios específicamente me llame, a un lugar donde tengo una relación con alguien, a la que pueda decirle ese tipo de verdad sobre su vida guiada por la palabra de Dios, porque si no es el Espíritu Santo quien inspira esta acción, puede estar causando daño a la relación y a esa persona.

El Espíritu Santo puede guiarnos  a acercarnos a alguien con la cual tengamos una relación con la que podemos hablar los pormenores de su vida, eso puede suceder, de vez en cuando, pero un testimonio mayor es el cómo vivimos nuestras propias vidas, ¿estamos haciendo lo correcto de acuerdo a la palabra de Dios?, no de acuerdo con la palabra de Stephanie o de nuestros pastores o con la palabra de un podcast que nos gusta seguir y no según nuestros vecinos o marido o esposas dicen?Nuestro primer deber es comprobar nuestra responsabilidad hacia la justicia de Dios.

 

Hacer lo correcto se basa en lo que la palabra de Dios nos dice, seremos responsables por lo que hemos vivido de acuerdo a lo que la palabra de Dios nos ha dicho que hacer y tenemos que comportarnos de una manera alineada con lo que Dios nos pide que vivamos. En última instancia, no somos responsables ante otra gente, somos responsables de vivir de acuerdo con la palabra de Dios. Y entonces como venía diciendo caminar humildemente con nuestro Dios, es reconocer que su palabra, es su elección, su forma de vivir, son sus ideas, su camino y su plan, es el que triunfa sobre todo en mi vida y entonces es cuando camino humildemente con mi Dios, rindiéndome tan profundamente a sus designios que entiendo la diferencia entre vivir mi vida,  según mi camino, versus,  tratar de vivir según el camino de Dios.

 

La semana pasada estuve hablando con un amiga repasando lo sucedido en los últimos años de mi vida y para ser honesta, han habido muchos vaivenes, mucho de sentirme tan insegura, acerca de ¿a donde Dios me está llamando? por que puede estar tan lejos de mi zona de confort lo que yo se hacer y me gusta, que es la producción, me gustan las cosas terminadas, me gusta marcar mi lista y cuando Dios te llama a una temporada de espera, descansando en él, una persona como yo, se siente como un pez fuera del agua, es tan inquietante. Así mientras hablábamos sobre que mi camino en los últimos cuatro o cinco años ha sido en curvas entrando y saliendo, mi amiga me hizo este comentario, lo que pasa es que ha habido mucho de Stephanie a lo largo de este camino y poquito de Dios, pero bastante de Stephanie, y es interesante tener su perspectiva porque ella es una persona de mucho valor que suma mucho a mi vida me dice esto.

 

Así debo reconocer que ese viaje que ha sido tan escabroso, lleno de curvas y altibajos soy yo misma, es mi proceso de aprender lo que significa caminar humildemente con mi Dios, entregando mis deseos mis talentos lo que tengo, lo que soy, entregando mis conocimientos y esfuerzos aunque no esté cómoda, anteponiendo, lo que Dios me está llamando a hacer.

 

Así tendida ante Dios y mientras hago su voluntad me está enseñando cómo amar la misericordia, porque veo la misericordia de Dios siendo derramada en mi vida, cuando siento la experiencia de su misericordia conmigo como cuando me salgo a mi propio camino y él me empuja suavemente de vuelta hacia el suyo, o como cuando me pongo nerviosa o tengo miedo sobre, a dónde estoy yendo, desviandome y él simplemente me jala suavemente hacia dentro de su camino y redil. A veces eso de regresar suavemente puede tomar meses, o puede tomar un día, eso solo depende de mi corazón y lo que está dispuesto que está a rendirse a Dios y a lo que me está pidiendo. Pero finalmente llegamos a este punto de hacer lo correcto de acuerdo con la palabra de Dios.

 

Así que al final de todo esto tengo un par de preguntas para que pienses y reflexiones hoy, considera que:

 

¿Sé lo que es bueno y correcto? Y si no lo sé, ¿Cómo puedo saber qué es bueno y correcto?, ¿De dónde saco mi estándar para saber, lo que es bueno y correcto y justo? Porque te puedo decir que mirando a la tierra y hablando con la gente, vamos a encontrar muchas personas que piensan que saben, lo que es bueno correcto y justo, pero eso es de acuerdo con el mundo, no se basa en el estándar de La biblia. Entonces ¿estamos haciendo el bien correcto y justo? -uhm, la Biblia, debería ser siempre nuestro punto de control, siempre debe ser nuestro centro de atención, si andamos humildemente con Dios, y seremos capaces de extender la amorosa misericordia de Dios porque abrazaremos la misericordia que Dios tiene para nosotros.

 

La ley de Dios, su palabra, es verdad, su justicia es lo correcto, es lo que conviene, es lo que alimenta, la justicia es la naturaleza de Dios. Sé que esto es un tema difícil, cuando tenemos que mirarnos a nosotros mismos en ese espejo y confesarle a Dios que lo conocemos, conocemos lo que dice su palabra y reconociendo que eso es lo que es bueno y correcto y aun así ¿cómo me he comportado?, he estado mostrando mi justicia o siendo crítico en mi espíritu hacia otras personas, y he ido extendiendo mi forma de justicia o mi opinión de lo que es bueno y correcto en lugar de lo que es de Dios. Reconocer también para corregir esas áreas de nuestro corazón y nuestra vida.

 

Oremos

 

Querido Dios padre celestial, vengo ante ti esta mañana Padre, con un corazón listo para servirte, hoy estoy listo para vivir este día con tus intenciones y planes, que son mejores para mi Señor, elijo caminar humildemente ante ti Señor entregando mis deseos,  mis planes, lo que creo que es correcto, justo y bueno.

 

Dios te lo entrego todo y rezo por para la transformación a un corazón conforme a ti para mis hermanos que en este momento me están viendo, Dios, rezo para que nos cambies de adentro hacia afuera como lo que hoy meditamos de tu palabra especialmente en Miqueas 6:8 para que tú, Padre nos muestres lo que significa buscar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente contigo.

 

Dios, rezo por la gente que hemos juzgado en nuestra vida con nuestra justicia, según la justicia que pensábamos que era correcta y buena. Padre, rezo para que nos perdones hoy por eso y para que nos ayudes a identificar aquellas áreas de nuestra vida donde hemos juzgado a la gente según estándares incorrectos, reconociendo que no es nuestro lugar para juzgar en absoluto. Padre, rezo para que domines nuestros espíritus críticos, que cuando estemos tratando de emitir un juicio y justicia en otras personas de una manera que no está en alineación contigo.

 

Padre rezó para que podamos dar un paso atrás y reconocer que eres tu solamente Dios, solo tú eres el justo Juez, tú marcas el comienzo de la justicia y no me toca a mí hacer eso Padre, lo que me toca a mí es vivir mi vida según tus caminos, según tu justicia, de acuerdo a lo que dices en tu palabra que es bueno, correcto y justo.

 

Padre, limpia el ruido de este mundo que distrae que resta mérito a tu verdad, eso que intenta tomar tu verdad y coloréala de un tono gris desapareciendo la diferencia entre lo blanco y lo negro, la distinción entre lo que es correcto e incorrecto, ruego para que nos des la sabiduría y discernimiento, para encontrar esos lugares en nuestra vida y en el mundo que nos rodea donde esa diferenciación se disipa y ser capaces de mantenernos firmes en la verdad, que sabemos más allá de toda duda que tú tienes y que nos has llamado a vivir de acuerdo a ella, tu palabra.

 

Te agradezco Padre por todo esto te pedimos nos des la audacia, el coraje y la fuerza para vivir este día, según tu palabra y que manifiestes tu misericordia en nosotros mientras elegimos buscar, caminar y venir humildemente ante ti señor Jesús

 

Humildemente rendidos ante ti te pedimos todo esto en el precioso nombre de Jesús y que recibas toda la gloria, tanto ahora, como por siempre.

Amén y amén.

 

Sean bendecidos, que estén bien y los veré de regreso.

Adiós

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